Lorenzo García Asensio: “La Directiva INSPIRE ha supuesto un impulso transcendental para mejorar la disponibilidad de la información geográfica en Europa”
Con motivo de la nueva convocatoria del Premio Asedie 2021, desde Asedie hemos entrevistado a los ganadores de ediciones anteriores, para conocer cómo han evolucionado los proyectos a lo largo del tiempo, sus avances y logros y contribuir a poner en valor la función del Sector Público.
El Instituto Geográfico Nacional (IGN) fue galardonado con el Premio Especial Asedie en el año 2018. Lorenzo García Asensio, Director General del IGN nos habla sobre el valor de los datos geográficos, los avances producidos por la Directiva INSPIRE, los datos de alto valor y mucho más.
-El Instituto Geográfico Nacional fue galardonado con el Premio Especial Asedie en la 10ª Conferencia Internacional (2018) por su clara experiencia de éxito en la apertura de datos y acceso a información pública, ayudando a la creación o mejora de productos o servicios de valor añadido. ¿Qué avances se han producido desde entonces en materia de datos abiertos?
Cuando una organización como el Instituto Geográfico Nacional pone a disposición de la sociedad grandes volúmenes de información, del orden de terabytes, para su descarga libre y gratuita, el simple hecho de mantener el sistema de acceso vivo, ágil y actualizado es todo un reto, y en nuestro caso una enorme satisfacción al comprobar que dicha información está siendo profusamente utilizada.
Además de la actualización de los conjuntos de datos, se han incluido nuevos productos, se ha mejorado la aplicación de descarga y se ha potenciado la utilización de los servicios web de acceso a información geográfica cuya demanda no ha parado de crecer.
Hoy día deberíamos hablar además del dato abierto, del servicio “web abierto”, mediante el que el usuario no precisa descargar la información, sino que se conecta a la fuente para consumir directamente la información que necesita.
-Los datos geográficos tienen una gran relevancia desde el punto de vista económico y son una de las categorías de datos más reutilizada y consultada por las empresas. En su opinión, ¿cómo valora los avances producidos por la Directiva INSPIRE?
Es una pregunta muy pertinente en este momento en que los plazos de implementación de la Directiva INSPIRE han finalizado y durante este año 2021 se va a realizar su evaluación.
Sin duda, la Directiva INSPIRE ha supuesto un impulso transcendental para mejorar la disponibilidad de la información geográfica en Europa, mejorando la interoperabilidad de datos de fuentes diversas y su utilización en muy diversos ámbitos, aunque especialmente para el seguimiento de las políticas medioambientales.
Pero no es más cierto que se trata de una iniciativa muy ambiciosa y que hará falta más tiempo y trabajo para alcanzar sus objetivos. Hoy en día se está trabajando en facilitar y completar su implementación, simplificando las especificaciones, adaptándolas a las nuevas tecnologías emergentes y fortaleciendo su campo de actuación en otros sectores más allá del medioambiente.
-La Directiva europea sobre datos abiertos introduce el concepto de datos de alto valor, estableciendo una serie de categorías, siendo la primera de ellas los datos geoespaciales. Actualmente estamos a la espera de que se adopten el listado de conjuntos de datos específicos para cada categoría de datos de alto valor. En su opinión ¿qué conjuntos de datos específicos deberían considerarse como alto valor para la categoría geoespacial?
Precisamente, hoy en día, se están definiendo esos conjuntos de datos y en algunos borradores ya se han identificado como conjuntos geoespaciales de alto valor las unidades administrativas, los nombres geográficos, las direcciones, los edificios y las parcelas catastrales, así como también las redes de transporte, las imágenes aéreas, la hidrografía o los usos y coberturas de suelo que están incluidos en los temas de movilidad y observación del territorio.
En nuestra opinión, la selección de esos conjuntos de datos está siendo muy acertada.
- ¿Cómo cree usted que contribuye la colaboración entre el Sector Público y el Sector Privado, como por ejemplo la llevada a cabo entre el IGN y Asedie a través del Protocolo General de Actuación, a la hora de impulsar la apertura de información del Sector Público?
La colaboración público-privada es esencial. No siempre es fácil para las administraciones públicas que los recursos que pone a disposición de la sociedad sean utilizados por el sector privado, no solo como usuario en tanto que necesarios para su actividad, sino para añadir valor, generar negocio y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Por eso, organizaciones como ASEDIE juegan un papel estratégico, fortaleciendo los vínculos entre lo privado y lo público y estableciendo relaciones provechosas para ambos sectores.
El IGN tiene establecidos convenios y acuerdos con los agentes públicos productores y consumidores de información geográfica, tanto de la Administración General del Estado como de las Administraciones Autonómicas y también de las Administraciones Locales y, sin duda, extender estas relaciones con organizaciones del sector privado es uno de los grandes retos del futuro próximo, para lo cual es un placer contar con ASEDIE como uno de los socios principales.
-Desde Asedie hemos detectado que una de las principales barreras a la reutilización y a la transparencia es la desestimación de solicitudes de acceso a la información por silencio negativo de la administración, impidiendo al ciudadano o a la empresa conocer el motivo real de la denegación En su opinión, ¿cómo cree que debe enfocarse esta situación en la próxima transposición de la Directiva RISP al ordenamiento jurídico?
Como he mencionado anteriormente, la información que el IGN produce o coproduce con otras organizaciones es libre y gratuita desde 2015 para cualquier uso y propósito. Además, nos hemos esforzado en que el acceso sea realmente fácil mediante la publicación de herramientas ágiles y sencillas de usar. Por tanto, podemos decir que esas barreras están superadas en nuestro sector.
Sin embargo, existen otros sectores en los que la información pública es más sensible, donde es preciso preservar derechos personales, o afecta a la seguridad, a la propiedad, a la privacidad, a la intimidad o, simplemente, no está digitalizada. En estos casos, las administraciones públicas se enfrentan a un reto complejo. Pero no hay otro camino, la apertura de datos públicos solo tiene un sentido y tenemos que avanzar todos en la misma dirección, si bien es preciso que el proceso de apertura siga unas pautas que garanticen que, en cada sector, se contemplen sus circunstancias particulares para evitar consecuencias lesivas.