El impulso de la UE a la inteligencia artificial.

Desde los inicios de la historia, el progreso de las sociedades y sus economías ha estado ligado al desarrollo de la técnica. En la actualidad hablamos más bien de tecnología, y con la irrupción de internet y otros canales de información y datos, nuestra sociedad se ha hecho más amplia que nunca, conformando una economía globalizada. De este modo, también los avances tecnológicos han empezado a involucrar a comunidades cada vez mayores, y para regular su uso hemos empezado a necesitar de entidades a la altura.

Es en este marco que cobra relevancia la Unión Europea, como entidad supranacional que engloba a diversas sociedades, que encuentran sus intereses comunes en un mismo mercado. Y en este sentido, la evolución conjunta se hace cada vez más atractiva, y el desarrollo de la tecnología una necesidad común.

Ya conocemos la importancia que internet ha tenido a la hora de conformar la sociedad internacional y sus equilibrios de poder, pero en la actualidad, nuevas tecnologías aparecen cada vez con mayor frecuencia, y desde la Unión Europea se considera de gran importancia el desarrollo de la inteligencia artificial, o IA por sus siglas.

Es por esto que recientemente las instituciones se han esforzado por presentar iniciativas que fomenten la inversión en esta tecnología a la vez que garantizan un uso seguro de la misma, y es que en este sentido, la IA presenta casi tantas oportunidades como desafíos. Y la UE se encuentra decidida a convertirse, entre todos sus Estados miembros, en un «centro mundial de una inteligencia artificial que genere confianza.»

Fuente: europarl.europa.eu/resources/library/images/20201019PHT89637/20201019PHT89637_original.jpg

En este sentido, la Comisión Europea presentaba al Parlamento, el 21 de abril de 2021, una propuesta en la que desde entonces se ha estado trabajando. Los resultados han empezado a conseguirse recientemente, desde que en mayo de 2022, el Parlamento aprobara el informe final presentado por la Comisión en materia de inteligencia artificial. Desde entonces, la UE ya tiene clara su hoja de ruta en relación a la IA, y el trabajo de formulación de informes, propuestas y leyes es sólo cuestión de tiempo y esfuerzo.

Por ahora solo podemos encontrar los informes de la Comisión, que el Parlamento ha ido aprobando, pero en relación al marco legal en el que la futura regulación se moverá, podemos dirigirnos a la estrategia europea de datos para hacernos una idea. En efecto, para asegurar la transformación digital de la UE, el Parlamento aprobó en 2021 una propuesta sobre legislación de datos, con la que deberá acordarse la futura regulación en materia de IA.

El impulso a la tecnología de inteligencia artificial podría suponer un incremento en el nivel de vida de los ciudadanos, a la vez que apoyar la economía y la reducción de las emisiones de carbono. También podría suponer un refuerzo a la protección y seguridad del Estado. Sin embargo, todos estos avances deben ir acompañados, según estándares europeos, de una regulación eficaz y efectiva que determina, por ejemplo, las responsabilidades jurídicas en relación a los productos de inteligencia artificial, los riesgos que puede entrañar un mal uso de la tecnología o los retos a la transparencia que puede suponer la IA.

Este último es un gran problema, no solo en relación con la IA sino frente a todo el engranaje que gira entorno a la información y al dato. Desde el Parlamento Europeo, nos informan de que «Se podrían aprovechar los desequilibrios en el acceso a la información. Por ejemplo, un proveedor en línea puede usar la IA para predecir cuánto está dispuesto a pagar el consumidor al observar su comportamiento en línea o una campaña política podría adaptar su mensaje. Otro problema de transparencia es que, a veces, las personas desconocen si están interactuando con IA o con una persona.»[1]

Es por esto que la regulación ante el uso de la IA es necesaria, con el fin de configurar un marco en el que toda actividad relacionada pueda realizarse de manera segura, y aprovechar todos los beneficios de la tecnología, sin tener que exponerse a sus peligros.

Por ahora, no queda sino esperar a ver dónde nos conduce ese camino que la UE empezó a recorrer en 2020, cuando por primera vez fue planteada por la Comisión la necesidad de impulsar el uso de la IA en el marco de la Unión Europea.



[1] Inteligencia artificial: oportunidades y desafíos | Noticias | Parlamento Europeo (europa.eu)

Anterior
Anterior

Un nuevo impulso desde Asedie a la colaboración con el Sector Público.

Siguiente
Siguiente

La apertura de datos bajo examen